martes, 30 de marzo de 2010

La negación de Pedro


Todos estamos libres de cometer o no un pecado, y ninguno de nosotros puede decir que alguna vez no actuó como Judas traicionando al Señor. Aún estando en gracia y conociendo las grandezas del Señor, nosotros podamos pecar si es que no somos firmes y perseveramos. Porque Pedro niega al Señor? Porque tuvo miedo y quiso confiar en sus propias fuerzas. A mí me a pasado que la carne que se niega a morir comienza a mortificar para que volvamos a pecar y es ahí donde debemos usar todas las armas que nos ha dado el Señor. Básico es confesarse y comulgar, luego la oración y su palabra.
A veces pensamos que el vivir ya algunos años conociendo al Señor nos salva de caer en pecado, y eso no es cierto. Nosotros logramos la santidad luchando día a día y no te desanimes el Señor sabe lo que siente tu corazón.
Son esas circunstancias de lucha que te hacen ser más fuerte, no desanimes, sigue adelante porque tu fe está madurando.

domingo, 21 de marzo de 2010

A quien a escogido el Señor


Dios nos escoge en medios de nuestras debilidades,mucho o poco conocimiento para él fortalecernos y a traves de nuestra debilidad se vuelva fuerte el evangelio. Dios deposita en nosotros un gran tesoso, y nosotros somos los testigos de llevar su palabra al mundo.

Dice la palabra de Dios en 1ra de Corintios, 17-31
17 Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio. Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo.
18 Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios.
19 Porque dice la Escritura: = Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes. =
20 = ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el docto? = ¿Dónde el sofista de este mundo? ¿Acaso no entonteció Dios la sabiduría del mundo?
21 De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la necedad de la predicación.
22 Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría,
23 nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;
24 mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
25 Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la fuerza de los hombres.
26 ¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza.
27 Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte.
28 Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es.
29 Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios.
30 De él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención,
31 a fin de que, como dice la Escritura: = El que se gloríe, gloríese en el Señor. =

martes, 9 de marzo de 2010

Buscando el camino…………….


Buscando el camino…………….
Yo recuerdo que en una fecha cercana a navidad teniendo 6 años estando con mi hermano de 11 años nos perdimos y sentíamos que la multitud nos llevaba y no sabíamos a dónde llegaríamos desesperados creíamos que íbamos a encontrar a nuestros padres y tomamos cualquier dirección. Nos desesperamos porque nos equivocamos en el camino hasta que por fin después de mucho sufrir nos calmamos y pensamos en lo que nos dijo nuestro padre de cómo encontrarlos y por fin logramos encontrar el camino.
Todos buscamos la felicidad pero quizás nos hemos equivocado en la dirección que seguimos, y si pensamos que algunas cosas que el mundo piensa que es felicidad como el “Dinero, comodidad, salud, poder, etc” pero eso te hará feliz?
A veces nos encaminamos a la búsqueda de cada uno de lo que pensamos que es felicidad y nos damos cuenta al tiempo que nada de eso nos lleva a ser felices. Un ejemplo clásico, a veces nos preocupamos por el bendito “dinero” descuidamos de lo más valioso nuestro hogar y al mismo Dios nos dedicamos a trabajar 18 horas, a llenarnos de lujos y cosas materiales y nuestro matrimonio e hijos están destruidos.
Ahora podemos vestirnos también de religiosidad, y tampoco somos felices, vamos a la iglesia, vamos a grupos de oración y sigues viviendo amargado y triste. Y porque no somos felices? porque nos olvidamos de buscar al Señor y que viva en tu corazón.
A veces sólo lo buscamos para que nos soluciones nuestros problemas pero no nos importa que quiera Dios para nuestras vidas.
Dice la palabra Dios en Juan 14,6: “Le dice Jesús: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.”
Entonces el primer paso es que el Señor sea el centro de tu vida
Juan 14,10 “He venido para darles vida y vida en abundancia”
Mateo 6,33 “Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.”
Hermano si eres un hombre de fe no debes preocúpate por nada sino escuchar a Dios y ponerlo en práctica y eso debe ser notado en los frutos. No puedes ser una persona amargada, llena de envidia, mentirosa y chismosa.
Entonces primero mira como esta tu vida y ver si tú eres el problema, y revisa tu relación con Dios.
Dice la palabra de Dios en Santiago 1,7-8
“7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.”
Pero tomate un minuto y recapacita hermano y piensa que estas en el camino de la felicidad
Dice la palabra de Dios en Isaías 6,10: “Embota el corazón de este pueblo, endurece sus oídos y cierra sus ojos, no sea que vea con sus ojos
y oiga con sus oídos,
que su corazón comprenda
y que se convierta y sane".”
Hermano, si estas con Dios se debe notar, “por sus fruto los conoceréis”.
Finalmente te invito a reflexionar lo que nos dice el Señor en Jeremías 29,11-13
“11 Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.

12 Entonces, cuando ustedes me invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé; 13 cuando me busquen, me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón”
Bendiciones!