martes, 9 de febrero de 2010

“El Agustino tierra de Católicos Emprendedores”


Hoy me toco visitar por razones de trabajo el distrito de “EL Agustino” en Lima, lo que más llama la atención del distrito es que algunos de sus pobladores han elegido vivir en los cerros. Conocimos a Pedro de 18 años nuestro guía y chofer que nos dijo algo que quiero compartir con ustedes.
Yo me levanto a las 5:30 am para ir al trabajo al centro de la ciudad me demora bajar el cerro 30 minutos pero para llegar a las faldas del cerro por lo menos 1 o 2 veces es probable que me encuentre con algún peligro de robo que gracias a Dios el me cuida diariamente y me demoro en llegar al trabajo 2 horas de ida y 2 de regreso.
Pedro congrega en un grupo católico dedicado a rescatar a adolescentes de las drogas, con los cuales comparte la palabra de Dios los días miércoles y sábado, y le pregunte como sacaba fuerzas para sus reuniones que son de 10 pm hasta las 2:00 am, me dijo Dios me las da yo obedezco.
Dios elige a sus discípulos y ellos los siguen, he visto morir a muchos en las drogas pero hemos salvado a muchos para el Señor nos dijo Pedro.
Luego compartimos el almuerzo con un hermano de Pedro cuya esposa había muerto por consumo de drogas hace 2 años. Emocionado nos conto que habían preparado alitas de pollo por nuestra visita, bajaron 5 niños pequeños aun entre 5 a 10 años y alegres abrazaban a su padre y le daban sus ganancias del día de trabajo, felices dieron gracias a Dios habían reunido 5 soles (menos de 2 dólares) para el almuerzo de mañana. Luego tenían que seguir trabajando para juntar para los útiles del colegio que inician en Marzo.
Pedro me pregunto al ver mi cara, que pasa hermano? Yo les dije admiro su fe, ustedes no se quejan y dan gracias a Dios minuto a minuto con su testimonio de vida. Y él me dijo que el Señor les ha devuelto la vida y les da todo lo que necesitan.
“ Así habla el Señor, tu redentor,
el Santo de Israel:
Yo soy el Señor, tu Dios,
el que te instruye para tu provecho,
el que te guía por el camino que debes seguir.” Isaías 48,17